Meterle mano a Tina me daba miedo porque fue la primera en llegar y es, claramente, mi niña mimada. Pero por fortuna hace poco vinieron un par de dinosaurios más nacidos de una impresora 3D: un diplodocus (Polished Strong & Flexible Plastic) y un parasaurolopus (Detail Plastic). La verdad es que la versión detallada no creo que merezca la pena teniendo en cuenta que la diferencia de precio es muy notable (más que la diferencia de calidad, al menos en esculturas de este tipo).
Así que bueno, ayer entre encargo y encargo empecé a pintar a Piecito (que se llama así por el de "En busca del Valle encantado", que siempre me pareció un diplodocus más que un apatosaurus). No tengo mucha experiencia pintando este tipo animalitos, así que lo hice un poco como Dios me dio a entender... sólo tenía clara una cosa: quería que fuese morado.
Lo quería morado en honor al propio Piecito y al Cetiosaurus del British Natural History Museum que tenía de niña (y sigo teniendo). Supongo que en mi cabeza, el morado a parte de ser mi color favorito es también el color de los cuellilargos :___D
Lo bueno es que, como he quedado bastante contenta con el resultado, lo más probable es que anime a adoptar y pintar todos los chubbysaurios de David Krentz.
¡Muchas gracias por echar un ojo y compartir mis locuras!